La flor es la estructura reproductiva característica de las plantas llamadas fanerógamas. La función de una flor es producir semillas a través de la reproducción sexual. Para las plantas, las semillas son la próxima generación, y sirven como el principal medio a través del cual las especies se perpetúan y se propagan. Tras la fertilización, la flor da origen, por transformación de algunas de sus partes, a un fruto que contiene las semillas.
Acacia:
Es la flor de los amantes. Se relaciona con las relaciones amorosas prohibidas. La acacia e ideal para tener un gesto con esa persona que tanta felicidad nos otorga y tanto sufrimiento.
Alhelí:
Es la flor de la belleza a lo largo de los años. Es una flor ideal para regalar a esas bellezas entradas en años a las que uno quiere celebrar y rendir homenaje. Podremos dibujar más de una sonrisa con los pétalos de la flor de alhelí.
Almizcle:
El almizcle está relacionado con la debilidad. Por eso es útil para regalar a las personas a las que les está flaqueando la voluntad. Algo así como que la flor represente lo que deben superar. Cuidar la flor, cambiarle el agua, puede resultar terapéutico y útil para quien se encuentra en un bache.
Amapola:
Es una flor ideal para esas personas que siempre pueden solas con todo, nunca piden ayuda, son sumamente autosuficientes. Para elogiar la voluntad inquebrantable de estas gentes o para ablandar la coraza que los separa del resto de los mortales la amapola es la flor ideal. Está muy relacionada con la autosuficiente y la soledad, por eso será una gran elección para estos individuos que se bastan a sí mismos.
Azahar:
El azahar es la flor de la tradición, de la costumbre, de la familia. Este tipo de flor suele utilizarse para reuniones familiares, ceremonias religiosas, etc. El carácter opaco y solemne de esta flor hace una escenografía justa para estos eventos.
Azalea:
Es la flor de la delicadez y la pasión de los amantes. “No hay nadie más débil y más fuerte que quien ama”. La azalea es un bello presente para nuestra pareja, para rendir homenaje a su dulzura y para promover su pasión.
Azucena:
Una flor típica de ceremonias religiosas, especialmente de bautismos. Se la suele utilizar en estas ocasiones debido a que se la relaciona con lo inmaculado, lo puro, lo limpio de culpa y pecado.
Begonia:
Es una flor moral, no porque se comporte bien y siempre esté pronta a ayudar a sus flores vecinas y a recibir insectos en su vientre sino porque se la utiliza para elogia actitudes de corrección y nobleza.
Cala:
Durante mucho tiempo se la utilizó exclusivamente para las ceremonias mortuorias. Afortunadamente, ahora se la utiliza como regalo, reconociéndose su belleza y porte sin igual. La figura de la cala es casi única y no tenía sentido relacionarla exclusivamente con la muerte.
Caléndula:
Es un gran obsequio para quien está pasando por duros momentos de su vida. La caléndula brinda aliento a quienes se encuentran abatidos. Para tener un buen gesto con alguien que no la está pasando nada bien, un ramo de caléndulas es una buena elección
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